Con los colores de la bandera

Los colores verde y amarillo de la cáscara de papaya son la combinación perfecta con la bandera brasileña. Las sombras también ayudan a darse cuenta de cuándo la fruta está madura, lista para ser consumida.

Atracción irresistible

El sabor de la papaya es un espectáculo aparte. Dulce y jugosa, su sabor es conocido en cualquier parte del mundo. Nada no muy diferente al carisma brasileño. La papaya también va perfectamente con unas gotas de limón para darle un toque de acidez.

Mil y una posibilidades

La diversidad de uso de la papaya también forma parte de su encanto. En la industria, la gastronomía e incluso como ingrediente medicinal y estético. Con tanta creatividad, no es difícil entender por qué Brasil ama tanto esta fruta.

Para las personas

Los brasileños son personas muy sociables y la papaya también contribuye a ello. Una fruta que puede ser compartida por toda la familia en el desayuno. También es un gran complemento en ensaladas y cientos de otras recetas.

 

Felicidad todo el año

El papayo produce frutos en todos los meses del año. Nada más justo para seguir el ritmo de los brasileños. La exportación al mundo tampoco se detiene. Por lo tanto, no importa dónde se encuentre, cada hora es un buen momento para consumir papaya fresca.